En la era digital, compartir lo que pensamos y vivimos en redes sociales se ha convertido en algo cotidiano. Pero, ¿somos realmente conscientes de las consecuencias que esto puede acarrear?
Los algoritmos y la monetización de tus datos personales.
Riesgos de seguridad: robo de identidad, doxxing, o acoso digital.
¿Qué pasa con tus fotos familiares o de tus hijos?
Cancelación, polarización y pérdida de oportunidades laborales.
Vigilancia institucional o empresarial.
Malentendidos y conflictos personales o profesionales.
Personas despedidas por publicaciones políticas.
Influencers o figuras públicas que perdieron su reputación.
Uso indebido de publicaciones por medios o terceros.
Configura bien la privacidad de tus cuentas.
Piensa antes de publicar: ¿lo dirías en público frente a extraños?
Usa seudónimos o cuentas separadas para temas delicados.
Sé consciente del “derecho al olvido” y cómo ejercerlo.
La libertad de expresión es un derecho, pero las redes sociales no son espacios neutros. Publicar sin filtros puede tener consecuencias reales. Protege tu privacidad y comparte con responsabilidad.